Nuestros antepasados creían que la tierra era plana, que el cielo era un cuenco invertido, que arriba habitaban los dioses y abajo estaba el mundo de los muertos. Intentaban darle un sentido a su mundo, a lo que les rodeaba. Era la época de la superstición. En algún momento el ser humano se dio cuenta que su mente podía sondear las profundidades del universo. Surgió así la filosofía, la cual a veces apoyó las creencias supersticiosas, pero en otras ocasiones se distanció de ellas.
La fe es la seguridad sin evidencias, mientras que la razón es la certeza basada en evidencias. A medida que ha pasado el tiempo, las dos maestras de la humanidad se han ido distanciando, a pesar de los intentos que ha habido de reconciliarlas. El conflicto entre la fe y la razón ha sido intensificado luego que la filosofía dio a luz la ciencia, la cual domina la civilización moderna y obra todo tipo de maravillas.
Este blog está dedicado a la reflexión sobre la relación entre estas dos formas de ver el mundo.
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